Habló el panadero que mató a un ladrón: «Estoy arrepentido de lo que hice»

«No soy un asesino, soy un laburante», dijo el panadero que mató a un ladrón y se mostró angustiado: «No soy nadie para sacarle la vida a ese pibe». Afirmó que reciben amenazas y que tuvieron que abandonar su casa.

Lunes 5 de Octubre de 2020

El panadero que mató a tiros a un delincuente de 17 años este sábado en Rafael Castillo cuando cuatro delincuentes intentaban robarle la camioneta habló por primera vez tras el hecho. Se mostró arrepentido y pidió perdón. «Estoy arrepentido de lo que hice. No soy ningún asesino, soy un laburante. Agarré el arma y después la tiré», dijo en declaraciones a los medios.
«Pido disculpas. No fue a propósito. No soy nadie para sacarle la vida a ese pibe», agregó Gerardo.

El comerciante mató a tiros a uno de los cuatro delincuentes armados que intentaron robarle en el partido bonaerense de Rafael Castillo, mientras que los vecinos redujeron a golpes a otro de los asaltantes, que quedó detenido, mientras que los otros dos, se dieron a la fuga en un auto que los estaba aguardando.

El protagonista del violento episodio remarcó que no recuerda prácticamente nada de ese momento e incluso reconoce que no sabe de dónde sacó el coraje para enfrentarse con los ladrones. Su única certeza es que no tuvo la intención de matar. «Tuve cuatro armas frente a mi», señaló, y el miedo de que lastimaran a alguno de sus hijos hizo el resto.
«Estoy destruido, me arruinaron la vida», se lamentó. De acuerdo a su relato no puede dormir desde que ocurrió el hecho y pasa las noches sentado en una silla encerrado adentro de su negocio. «Mi hija mayor me ve y llora», agregó.

Más temprano su esposa denunció también que reciben amenazas por Facebook y aseguró que ella y su familia tienen «mucho miedo». «Que van a venir a reventar la casa del panadero, que me van a prender fuego la casa, que vamos a linchar a tu marido, esas cosas salen por Facebook», fueron algunas de las intimidaciones que recibió en las redes sociales, según contó a TN Vanesa, la mujer del comerciante de 36 años.

Entre lágrimas y con desesperación en la voz, la mujer sostuvo que en su familia están todos «muy nerviosos» y que tienen «mucho miedo», por lo que en las últimas horas decidieron abandonar su casa de Rafael Castillo.
«Me gustaría bajar la persiana e irme pero estoy obligada a abrir el negocio porque sino no como», explicó entonces Vanesa, que después del traumático episodio volvió a abrir su panadería este fin de semana. Sin embargo, manifestó que ni su marido ni sus hijos pudieron dormir desde entonces y que lo único que quieren es que «los dejen tranquilos».

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