El gesto de Susana Giménez con un delivery al que le robaron la moto tres veces
Martes 3 de Noviembre de 2020
Pablo Eduardo Rodríguez tiene 44 años y es padre de cuatro hijos. Por la pandemia empezó a trabajar como delivery pero, en uno de esos tantos viajes, le robaron la moto… por tercera vez. Su caso resonó en los medios y llegó hasta los oídos de Susana Giménez que decidió comprarle una moto nueva.
Pablo estaba junto a su hija mayor, de 18 años, cuando dos motochorros lo acorralaron en el cruce de las calles Monroe y Darwin, en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Lo obligaron a entregar el vehículo, y en menos de treinta segundos le arrebataron el esfuerzo de cuatro años.
Pablo contó que trabajó como mozo durante 18 años en un reconocido restaurante porteño y que hace dos meses decidió irse. Las persianas de los comercios aún estaban bajas por la cuarentena obligatoria, y los empleados cobraban solamente el aporte del ATP (Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) del Estado.
«No me alcanzaba para vivir. Somos una familia numerosa de siete, así que firmé un retiro voluntario y empecé a trabajar como delivery», relató. Sin embargo, sus planes se vieron truncados cuando su hijo sufrió un accidente: «Se fracturó la tibia y hubo que operarlo de urgencia. No tenía obra social ni nada; casi pierde la pierna, y el dinero que cobré se me fue todo en esa cirugía».
Después de ese gran susto volvió al ruedo y empezó a ayudar a los vecinos con tareas de mensajería, a la par que hacía sus primeras entregas de comida a domicilio. Su hija mayor vio el esfuerzo que estaba haciendo y quiso colaborar: «Me pidió anotarse en una app para ser delivery y traer otro ingreso a casa».
La mala racha no había terminado, y a pesar de la buena voluntad de la joven, la bicicleta con la que empezó a trabajar se le rompió a los pocos días. Así fue como su padre decidió que repartirían los pedidos en la mismo moto, y por eso estaban juntos el sábado a las 16.30 cuando los robaron, a plena luz del día.
«Mi vida era la moto, y ahora no tengo nada. Mi nuera está embarazada de siete meses y vive en mi casa; mi hija cumple este martes, 15 años y no tenemos para hacerle ni una torta», reveló, compungido. Ante el apremio de conseguir un nuevo trabajo, y ya sin un vehículo para hacer envíos, pensó en reinventarse: «Vi a un chico en la calle vendiendo espejos, le pregunté dónde los conseguía, averigüé y aunque no gano mucho empecé a vender yo también».
«Me da mucha bronca, porque cambié el seguro que tenía por otro mejor, con rastreo satelital, y esta es la tercera moto que me roban en cuatro años», relató, apenas unas horas antes de saber la gran noticia que le alegraría el día y le daría una tregua a la seguidilla de desgracias que vivió.
El gesto solidario de Susana Giménez con el delivery
Después de que el video del robo recorriera los noticieros, el periodista Guillermo Panizza (Telefe Noticias) comunicó a través de su cuenta de Twitter: «Gracias Susana Giménez por decidir ayudar a Pablo con una moto nueva después del asalto que sufrió. Para él la moto es esencial para poder trabajar».
Consultado sobre esta gran noticia, Pablo confirmó que ya fue contactado por la asistente de la diva: «Me llamaron y me pidieron los datos para poder darme una nueva moto. No lo puedo creer. La verdad es una alegría inmensa».
«Me dijeron que la idea era que fuese un gesto anónimo, pero como trascendió la información en las redes sociales, quedó a la vista que se trata de Susana», dijo atónito, aún sin poder creer que conmovió a la famosa conductora con su historia.
La emoción por la ayuda que tanto esperaba
«Mi otra hija cumple 15 años este martes y mirá cómo lo vamos a pasar. Ni siquiera le podemos hacer una linda torta», relató minutos antes de recibir aquel llamado del entorno cercano de la diva. Emocionado por las novedades, aseguró: «Yo subí el video a mi Facebook para crear conciencia de la inseguridad, para que se sepa lo que está pasando, y nunca me imaginé que me iba a pasar esto».
Aquel hombre que en sus tiempos de mozo salía hacia la capital a la madrugada y volvía a su casa en Villa Gobernador Udaondo recién 15 horas después, está agradecido por todos los gestos solidarios que recibió: «Una persona me llamó y me regaló el bizcochuelo, el dulce de leche y el resto de los ingredientes para la torta de 15 de mi hija. Nunca me voy a olvidar de todos los mensajes que me llegaron».