Desniveles que tienen más de 20 mil años originaron la “cascada” en la Setúbal

Lunes 30 de Agosto

La bajante histórica del río Paraná no para de sorprender. A los hallazgos de barcos hundidos hace décadas o restos arqueológicos, se suman fenómenos naturales como lo es el salto que se generó en la laguna Setúbal días atrás.

El geólogo Carlos Ramonell explicó cuáles son los factores que hacen aparecer estas situaciones en el ambiente acuático. “Para tener un salto de agua se necesitan al menos dos condiciones: la primera es que haya un desnivel considerable entre dos puntos de un escurrimiento de agua, en este caso uno es lagunar y el otro fluvial, desnivel que se ocasiona entre el lecho de la laguna Setúbal y el río Santa Fe hacia aguas abajo; y además se necesita que en el sector del salto exista un material geológico, en este caso son extractos sedimentarios que sean resistentes a la erosión, y los que hay en este salto son de décadas milenarias”, explicó Ramonell.

Pero esta explicación no queda ahí, sino que estos rastros milenarios que empiezan a aparecer con el río con alturas bajo cero empiezan a generar fenómenos nunca antes visto por los santafesinos. El geólogo hizo hincapié en estos rasgos geológicos: “Es uno de los más claros ejemplos de interacción entre escalas temporales en la evolución del sistema del río Paraná, ya que intervienen elementos para constituir este espectáculo que corresponden al pasado geológico milenario combinados con sucesos que fueron ocurriendo desde hace décadas a esta parte y la bajante actual”.

El salto de agua en la Setúbal se encuentra a la altura de la proyección de calles Ricardo Aldao y Pedro de Vega. “Siempre para que exista un salto de agua tiene que haber pendientes o desniveles entre dos puntos, pero también un sustrato duro que permita la verticalización de la columna de agua y ese sustrato duro es este material que hemos datado en la zona y que tiene una antigüedad entre los 20 mil y 80 mil años”, dijo.


La relación con el canal de acceso al Puerto
“El origen del desnivel está vinculado a una profundización que el sistema fluvial ha experimentado al menos desde los años 80 a esta parte. Posiblemente haya habido alguna incidencia antrópica (artificial) luego de haberse construido el canal de acceso al Puerto Santa Fe a principios del siglo pasado, ya que desde ese momento en algunas condiciones se derivaba agua desde el río Colastiné, es decir en cercanías al cauce principal del Paraná, hacia la zona del río Santa Fe y el Coronda”.

La bajante creó una «cascada» en la Laguna Setúbal. (El Litoral)

Hay que recordar que la construcción del canal de acceso al puerto local implicó obras complementarias que eran los canales de derivación sur y norte. “Estas profundizaciones se hicieron sobre el río Santa Fe, incluso rectificando parte de su recorrido. Por ejemplo, la actual laguna del Parque del Sur era un meandro natural del río Santa Fe, que también fue desviada”, recordó el geólogo.

“Estos fenómenos fueron profundizando al sur del Puente Oroño, lo cual terminó de delinear una zona muy profunda, al paso de la crecida de 1982/3, en ese momento cruzaron por debajo de los puentes Colgante y Oroño unos 10 mil metros cúbicos de agua por segundo, y ahí se produjo la profundización definitiva de ese sector y eso hace que desde ese momento en adelante, el canal de acceso empiece a derivar agua permanentemente, desde la desembocadura del Colastiné en el cauce principal hacia el río Coronda, profundizándolo de forma cotidiana y con las crecidas. Esto generó que hubiera una diferencia de nivel hacia la actualidad más manifiesta, entre lo que teníamos de fondo lagunar y como fondo del sistema fluvial en zona de los pilares del ferrocarril”

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